LA FUENTE DEL
BOSQUE.-
Y pasó Argos por la Tierra de aquellos Hombres,
donde la fuente de agua aliviaba la sed de los viajeros.
Fuente, nacida del llanto de los niños y sus madres,
que quedaban solos
en aquellas Tierras.
Cuando sus antecesores partieron a combatir las batallas de Ares,
el Viento del Norte les advertía el inicio de las guerras,
la Tormenta, les anunciaba sus muertes,
cada Rayo era la caída de un hombre, cada Rayo era un alma que partía.
Año a año, aquel mismo día, Ares se llevaba a los hombres a la guerra,
éstos no volverían, el fin de la lucha era la muerte.
El llanto de los que quedaban, despedía a los guerreros,
su recuerdo quedaría en sus memorias.
Innumerables fueron las guerras, muchas sin razón conocida,
Innumerables los hombres que partieron, hoy ya todos
fallecidos.
Solo sabían cuando la guerra se iniciaba, nunca
cuando terminaba,
era el Reinado de Ares.
Aquella fuente podía aliviar la sed de esos viajeros,
dándoles las fuerzas para seguir su eterno
viaje.
De la fuente manaba agua clara y limpia,
donde las ninfas solían también llegar a beber las noches
de luna llena,
acompañándose de sus mágicos cantos y de la luz de la
luna.
Al atardecer las ninfas se llevaban algunos hombres como compañía,
de esas noches oscuras, en las profundidades del bosque.
de esas noches oscuras, en las profundidades del bosque.
Saludos errantes marinos, que habéis recorrido,
los más enormes mares, tanto en calma, tanto bajo las más
grandes tempestades.
Sin embargo aquí estáis, incólumes y gallardos, aunque
silentes,
el esfuerzo os ha dejado agotados.
Beban el agua de la Fuente, pues el recorrido aún es largo,
Y solo la muerte marcará el fin del camino.
Así fue escrito, así fue leído y así se escuchó:
Viajero has que tu viaje sea largo, para asegurarte que aprendas,
no apures tu paso, no esperes riqueza,
y no detenga la
marcha, pues siempre alguien estará esperándote.-
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