HIDALGO
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no
quiero acordarme,
no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo,
de los de lanza en astillero,
adarga antigua,
rocín flaco
y galgo corredor.
Del Libro “El INGENIOSO HIDALGO de DON
QUIJOTE de la MANCHA”, de Don MIGUEL DE CERVANTES.-
HIDALGO SEBASTIAN
En un lugar de Los Ángeles, de
cuyo nombre no quiero recordar,
no ha mucho tiempo que vivía
un niño, de rizos dorados, esbelta facha y gran porte,
De los de aventuras si par,
sin libros bajo el brazo,
Y como adarga, su chaqueta de
cuero, la que salvó su vida en mucha ocasiones, deteniendo los cuchillos de
aquellos delincuentes habituales, que se cruzaron en su camino intentando atacarle, sin saber que aunque era menor que
ellos, estaba mejor alimentado, lo que le daba ventajas considerables de porte,
fuerza y astucia, sobre aquellos contrincantes,
De Rocín juguetón, compañero
de soleadas tardes, que se asomaba por su ventana a invitarle a jugar; muerto
por un conductor que pasaba por aquel camino de tierra que bordeaba la casa, un
día que escapó más allá del portón, por el descuido de algún adulto…
Y su Can, compañero de largos
paseos por aquellos bosques milenarios que no conocían el paso de las máquinas,
que le llevaba todas las mañanas a la carretera a tomar el bus para llegar al colegio,
y se quedaba ahí esperando su regreso; a él la vejez se lo llevo a seguir
recorriendo otros caminos.
En un lugar de Los Ángeles, de
cuyo nombre no quiero recordar,
no ha mucho tiempo que vivía
un niño, de rizos dorados, esbelta facha y gran porte,
que sigue recorriendo los caminos que le depara el destino...
Sí, un zuko hidalgo, en el país de su abuelo...
Que bello, Sebastian estara orgulloso de èste escrito. Saludos a todos por alla
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuenta la Historia de un Zuko Hidalgo...
ResponderEliminarjaja
Gracias madre